Destaca su alta densidad de nutrientes, como vitamina B12, calcio (100-115 g por 100 g) y especialmente proteínas (9-10 g por 100 g).
Además, el yogur griego tiene un perfil proteico de alta calidad que ayuda a apoyar la recuperación del ejercicio y la reparación muscular, convirtiéndolo en un aliado en la nutrición deportiva.
Asimismo, como este alimento tiene el doble de proteína que otros yogures, menos azúcar y una textura espesa y agradable, también tiene un efecto saciante, lo que va muy bien en dietas para adelgazar. Esto lo hace también atractivo para los vegetarianos que toman productos lácteos, para suplir la falta de nutrientes que se consiguen mediante la carne.
Se trata de un producto bajo en sodio, lo que previene la hipertensión y los problemas cardíacos. De hecho, el yogur griego tiene un 50 por ciento menos de sodio que el yogur regular.
- Disminuye el estrés y ansiedad
- Reduce el apetito
- Impulso del metabolismo
- Desarrollo de masa muscular
- Reduce el riesgo de osteoporosis
- Bajar la presión arterial
- Reducción del riesgo de diabetes tipo 2
- Mejora salud intestinal